Madrid, ciudad vibrante y llena de vida acoge cada año a miles de turistas en busca de diversión. En fin de año y coincidiendo con las fiestas navideñas, la cifra se duplica. Además de pasear por sus calles y admirar el legado de la época Imperial, la capital española ofrece muchas alternativas. Te damos unas pistas para disfrutarla a tope en nuestro particular Top Five:
1. Corre la San Silvestre Vallecana: considerada la carrera popular más importante del mundo, cada 31 de diciembre se disputa esta prueba de 10 kilómetros por las calles madrileñas. Personas de todas las condiciones y lugares acuden cada año a correrla, quizás buscando el quemar todo lo que se come de más en estas fechas. Últimamente está recibiendo severas críticas por el patrocinio de Nike y las condiciones que ello supone, pero no deja de ser una experiencia única.
2. Tómate las uvas en la Puerta del Sol: pese a que el bullicio de la gente apenas dejan escuchar las campanadas, vivir el fin de año en el centro neurálgico de España es algo que hay que hacer una vez en la vida. No se te olviden las uvas y entra el año nuevo con buen pie.
3. Desayuna chocolate con porras: para empezar el día con energía, métete para el cuerpo un chocolate caliente con las típicas porras madrileñas. En la Plaza Mayor, Ópera y por todo el centro en general, podrás encontrar churrerías eventuales que harán las delicias de los más golosos.
4. Tómate unas cañas por La Latina: aunque este popular y castizo barrio ha perdido parte de su esencia para adaptarse al turismo (en muchos de los locales los precios ya son prohibitivos), salir de cañas por Madrid no deja de ser una tradición en los mediodías de sus fines de semana. Existen mesones y tabernas realmente auténticas, aunque sus precios se asemejen más a los noruegos...
5. Disfruta de la gastronomía intercultural: si bien es cierto que en casi todas las grandes ciudades del mundo se pueden encontrar restaurantes de todo tipo de cocina internacional, en Madrid la oferta es exageradamente amplia. Peruana, hindú, china, tailandesa, persa, árabe, japonesa, mexicana, argentina... y toda la que puedas imaginar. Comer variado no tiene excusa en esta ciudad.
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