Uno de los lugares más maravillosos de Europa son los Alpes. Esta cadena montañosa cuyas cumbres llegan a casi los cinco mil metros, cautiva a todo aquel que se aventura a recorrerlos y, sobre todo, a quien se atreve a caminarlos. Desde los Alpes Marítimos en la costa azul hasta los Alpes Julianos en Eslovenia, la cordillera alpina recorre nada menos que seis países. En pleno corazón de los Alpes, encontramos varios lugares dignos de ser fotografiados hasta la saciedad o, mejor aún, de ser recordados en nuestra memoria eternamente.
1. Cervino y Monte Rosa: haciendo frontera entre Suiza e Italia, nos encontramos estas dos montañas tan increíbles como diferentes. Si la primera es la imagen por excelencia de los Alpes, la segunda es la gran maravilla desconocida, una mole cuyos glaciares entonan colores rosáceos con la luz del atardecer. El mejor lugar para observarlos es Gornergrat (Suiza), un zenit a algo más de tres mil metros con acceso en tren cremallera. Pero si realmente quieres disfrutarlo de verdad, salva caminando los 1.500 metros de desnivel que parten desde el archiconocido pueblo de Zermatt por una de las sendas más espectaculares de la zona.
2. Tre Cime di Lavaredo: los Dolomitas son la estribación más característica y diferente de la cordillera alpina. Montañas escarpadas de color rojizo se alzan caóticas entre profundos valles del noreste de Italia. Prácticamente haciendo frontera con Austria, Tre Cime di Lavaredo son tres enormes promontorios en forma de agujas que forman un conjunto fascinante.
3. La carretera Grossglockner: en la región austriaca de Salzburgo, esta carretera inaugurada en 1935 es una de las más espectaculares y recoge una pequeña síntesis de los Alpes: glaciares, cascadas y altas montañas. Hay que pagar un peaje para recorrerla, pero merece la pena.
4. Glaciar Aletsch: este glaciar se encuentra en el cantón suizo de Valais, en la vertiente sur del Jungfrau. Es el más grande de los Alpes con 23 km de longitud y una anchura de 1,5 km. Se accede a través del teleférico de Berggrat donde, tras una pequeña caminata, se disfrutan de unas vistas espectaculares.
5. Chamonix y Mont Blanc: centro neurálgico de la alta montaña alpina, este pintoresco y turístico pueblo acoge cada año a miles de viajeros y alpinistas que acuden con el objetivo de admirar la cumbre más alta de los Alpes, el Mont Blanc con 4.807 metros y, la mayoría de ellos para pisar su cima. Además, es un lugar ideal para realizar excursiones y acercarse a lugares tan increíbles como el Lac Blanc, el glaciar Mer de Glace o Aiguille du Midi.
6. Grindelwald y Lauterbrunnen: estos pueblos suizos presumen de estar a los pies de los tres gigantes más codiciados por los más experimentados alpinistas: el Eiger, el Jungfrau y el Mönch. Muy cerca de Berna, ciudad digna de visitar, este caro lugar bien merece una parada para admirar con la boca abierta lo que se alza por encima de las nubes.
7. Cataratas Krimml: es la catarata más alta de Austria con 380 metros que se precipita al vacío en varios tramos. El sendero que la recorre a la inversa es una oportunidad para disfrutar de la variedad de paisaje que se sucede en su cauce.
Fotos: David Fernández Atienzar
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