jueves, 7 de mayo de 2015

Agoudal, tierra sin pan

   Hace ocho años, cuando nos quedamos una semana atrapados por la nieve en Agoudal, a aquel recóndito lugar no llegaban ni carreteras asfaltadas, ni teléfonos, ni tan siquiera luz. Era un sitio inhóspito, alejado y tranquilo. Ibrahim, el dueño del albergue por aquel entonces, nos acogió en una situación complicada. Hoy, Ibrahim ya no está y a Agoudal ha llegado la luz, los teléfonos móviles y las carreteras asfaltadas. Sigue siendo un lugar tranquilo y acogedor, pese a todo, pero demasidado humilde todavía. Y aunque los avances tecnológicos hacen prever el desarrollo para la comarca, los pueblos bereberes del Atlas aún viven con muchas necesidades. Nosotros, volveremos y seguiremos descubriendo maravillas como los Lagos de Imilchil o las Gargantas del Todra y del Dadés.

Agoudal un día hace 8 años tras 4 días de intensas nevadas

Gentes del pueblo limpian el camino de nieve
 
Niños de Agoudal jugando en la nieve

Parte alta del Dadés

Cerca de Imilchil, el paisaje es duro e inhóspito

Las construcciones de adobe de Agoudal resisten viento y marea

La bici un buen medio para desplazarse por la zona

Niñas de Agoudal en 2014

Llegando a las gargantas del Todra
Fotos: Pablo Sánchez y David Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario