Si existe una ciudad cautivadora en Marruecos, esa es Marrakech. Acogedora, pero con gran carácter internacional, Marrakech abre las puertas de África a todos los viajeros que la visitan. Pasear por el zoco y por su Medina hacen retroceder al visitante a las épocas en las que los bereberes y las caravanas de camellos poblaban estas tierras. Los jardines de Menara, la mezquita de Kutubia o la madrassa Ben Youseff son algunos de sus atractivos, pero si hay un lugar fascinante que destaca sobre todos los demás, ese es la mágica Plaza de Jmaa el Fna. Todo lo que se pueda decir de esta inigualable plaza es poco en comparación con lo que se vive in situ durante las largas noches marroquíes.
Mezquita Kutubia desde Jmaa el Fna |
Puesto de lámparas en el zoco |
Jardines de Menara con el Atlas nevado al fondo |
Puesto de especias en el zoco |
Plaza Jmaa Fna comenzando su bullicio |
Cuando cae la noche, Jmaa Fna empieza a hervir |
Puestos en la plaza a pleno rendimiento |
Comida rica y buen ambiente |
Extravagantes artículos de venta en plena calle |
Puerta de entrada a la Medina de Marrakech |
Muro de la Medina |
El color rojo del adobe predomina en la Medina |
Tranquilidad en una de las calles alejadas del bullicio |
Fotos: Pedro García López
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