Tesoros transfronterizos

   Portugal, a tiro de piedra. El país vecino es un lugar ideal para viajar: está cerca, tiene lugares alucinantes, es barato, se come bien...¿qué más se puede pedir? A lo largo de la frontera encontramos varios lugares realmente fantásticos, que se pueden visitar de paso y con el simple hecho de cruzar la "imaginaria" frontera. 

1. Bragança: situada al norte del país y haciendo frontera con las provincias españolas de Zamora y Ourense, esta noble ciudad posee un casco histórico amurallado con castillo incluido. Una auténtica joya medieval cuyas casas encaladas se cobijan a la sombra de su imponente fortaleza. 

2. Almeida: este bastión fronterizo está situado a la altura de la provincia de Salamanca, muy cerca de la limítrofe Fuentes de Oñoro. Su encanto reside en su Plaza Fuerte en forma de estrella de doce puntas, rodeada de un foso de más de diez metros. Esta arquitectura le hizo aguantar cercos tan insistentes como al que fue sometido durante la Guerra de los Siete Años.

3. Marvao: preciosa aldea fortificada en lo alto de una majestuosa montaña y que le hacen valedora de su posible declaración como lugar Patrimonio de la Humanidad. Su acceso se hace siguiendo el curso del río Tajo desde España, justo cuando comienza a encajonarse. Un paseo por esta bonita villa hará que el ardúo recorrido hasta ella haya merecido la pena.

4. Monsanto: un poco más al norte de Marvao, se encuentra el curioso pueblo de Monsanto, una aldea que se funde con las rocas graníticas que lo rodean. Desde lo alto del pueblo, allí donde las ruinas del castillo lo hacen aún más evocador, se puede disfrutar de unas fascinantes vistas de la comarca.

5. Monsaraz: otra joya fortificada, gemela de Marvao, situada un poco más al sur de Badajoz. 

6. Évora: aunque esta turística villa se haya a unos 70 km de la frontera extremeña, no cabe duda que su buena comunicación y su legado romano hacen que sea una visita obligada del país luso. Esta joya alentejana es una de las localidades portuguesas más visitadas y es considerada como un museo al aire libre. En 1986 fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

7. Tavira: para finalizar, bajamos al sur. Muy cerquita de la frontera con Huelva, encontramos Tavira, un pueblo costero en pleno Algarve portugués. Además de su extensa y apreciada playa, la localidad ofrece un coqueto centro histórico en torno a su ría y una gastronomía a base de pescado fresco. Una buena recomendación para degustarlo es Casa Simao, un austero establecimiento frecuentado por locales con pescado a buen precio. 

Fotos: David Fdez Atienzar